Cuenta la leyenda, recogida por Juan Mari Endeiza, que en la calle Resurrección María de Azkue, encima de la actual zapatería Elorza, vivía un señorito con su ama de llaves Claudia, bruja vestida de negro y con un manojo de llaves al cinto. Y dicen que Claudia de noches se convertía en gato negro y, posiblemente, hacía marranadas con luna llena. Al señorito le gustaba pasear hasta al faro de santa Catalina. Él delante y Claudia, a distancia, siguiendo sus pasos. Y en la noche cerrada el señorito gritaba: ¡Claudiaaaa! Y Claudia respondía: ¡Señoritoooo! El “Beltza” de santa Catalina, marido de Madalen, vivía en un caserío, derruido hace tiempo, junto al actual aserradero de Lekeitio, no lejos del faro. Pero, por las noches, quien tenía que ir a recoger las cabras eran sus hijas. Y aquella noche de noviembre y luna llena las hijas oyeron en la oscuridad el grito de “Claudiaaaa y señoritoooo” y tuvieron miedo del gato negro. Y su padre, que se llamaba José María Urkiaga, rabioso, salió con el akulu y propinó una soberana paliza a Claudia. Y desde entonces en Lekeitio no hubo más brujas ni gatos negros en las noches de luna llena. Ni, tampoco, espíritus revoltosos.
Por si alguna no sabíais el origen de la tradición de katu Beltz q se ha celebrado este finde en Lekeitio. Y yo q pensaba q se trataba simplemente de un Halloween basko......
2025-01-06
Hace 2 semanas
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